La mayoria de los padres desean lo mejor para sus hijos y en este tema te daremos algunos consejos para que tu niño vaya creciendo sano y feliz.
Desde que tu hijo nace debes empezar a tratarlo con respeto sabiendo que es todo lo experiencias que el tenga repercutiran cuando este mayor y procura que el sepa como irse enfrentando a cada experiencia de la mejor forma.
1: No compares a tus hijo con los demas niños
Comparar a tu hijo con otro es uno de los peores errores que puedes cometer ya que si los niños ya captan lo que tu estas haciendo eso repercutira para toda su vida y muchas veces dificilmente lo pueden superar,eso les afecta emocionalmente y hace que los niños se sienta siempre inferior a los demas y que no se desarrollen intelectualmente al maximo por que ellos en sus pensamientos tienen muy por seguro que todos los demas son mejores que ellos.
2: No uses palabras ofensivas o denigrantes hacia a el
Este es otro error grave que a veces cometemos ya que los niños son muy fragiles emocionalmente y esa es una falta de respeto para ellos ya que es humillante que ellos sean tratados con insultos o decirles palabras como tonto,pasmado, o cualquier otro tipo de palabras que denigren la autoestima de tu hijo.
Debes procurar que tu hijo tenga un ambiente familiar en el cual todos se traten con respeto y consideracion,por que lo que ellos aprenden en el hogar lo practicaran con los demas y por el resto de sus vidas.
3: Estimula al niño cuando intenta hacer las cosas buenas
Cuando los niños empiezan a aprender hacer las cosas siempre fallan muchas veces en los primeros intentos,pero debemos recordar que nosotros algun dia estuvimos en su lugar y los que nos enseñaron hacer las cosas tuvieron paciencia con nosotros y aun que no la hallan tenido nosotros debemos cambiar la historia,no solo por que a nosotros nos hallan tratado mal vamos a seguir con la misma historia,debemos ser diferentes y tratarlos a ellos como nos hubiera gustado que nos trataran a nosotros.
Tratemos a nuestros hijos de la mejor manera y sabiendo equilibrar los castigos y las recompensas por sus acciones.
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